Buscando Inspiración

En las religiones es preciso ser sinceros; verdaderos paganos, verdaderos judíos, verdaderos cristianos.

Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje.

Hay que condenar todas las muertes, incluso la natural.

La mejor crítica es la que no responde a la voluntad de ofensa, sino a la libertad de juicio.

El amor tiene dos momentos deliciosos: el primero y el último; lo malo es el tiempo que transcurre entre ellos.

La temeridad cambia de nombre cuando obtiene éxito. Entonces se llama heroísmo.

Cuanto más creativo es un hombre, más rutinario es en los detalles insignificantes de la vida. Sólo una cosa les exige: que no detenga su atención.

Ella camina silenciosamente, pero, bajo ese aspecto tranquilo, es todo furia, pura energia eléctrica. La mujer común es tan común como una tormenta.

Quédate siempre detrás del hombre que dispara y delante del hombre que está cagando. Así estás a salvo de las balas y de la mierda.